A mí los avances científicos y tecnológicos me chiflan, siempre he vivido pendiente de ellos, siempre he intentado entenderlos y vislumbrar sus consecuencias. Lo mismo me pasa con la IA que, como sabéis, intento utilizarla en todo aquello que puedo y leo lo que se dice sobre ella.
Hasta ahora he alabado el que haya superado el test de Turing (1950) y no pueda distinguirse si se habla con un ordenador o con un cristiano. Y, sobre todo, la he utilizado como herramienta eficacísima para incrementar mi imaginación y creatividad artística. Pero no sería justo si no comentamos también los problemas que con ella se nos avecinan.
Aunque quizá convenga recordar algunos hechos históricos porque la humanidad ha estado sufriendo tantos cambios dramáticos en su forma de vida como cambios climáticos. Seguramente el primer gran cambio fue el descubrimiento del fuego. Poder hacer y conservar el fuego, aumentó y mejoró notablemente su dieta, les permitió ver en la noche, ahuyentar a las fieras, etc… Ya sabéis, Prometeo que era un titán inteligente y astuto robó el fuego de los dioses del Olimpo y se lo entregó a los hombres. Lo que desató la ira de Zeus quien castigó a Prometeo atándolo a una roca y enviando un águila a comerle el hígado cada día. Durante la noche se le regeneraba y al día siguiente volvía el águila. Ya sabéis que no hay nada como la imaginación humana para inventar cuentos chinos y confundir a la gente.
El segundo creo que debió ser el “descubrimiento” de la agricultura que permitió pasar a la humanidad de cazadores-recolectores a fabricar su propio alimento. Lo que ocurrió en el Neolítico, hace unos 120 siglos. Pero ello implicó a su vez pasar a la vida sedentaria, crear ciudades, profesiones nuevas, casas donde vivir… (esto último hace unos 95 siglos). Y esto, como los medicamentos, tenía contraindicaciones, como generar la lucha de los metropolitanos (agricultores) contra los nómadas que duró lo mismo, unos 12.000 años. Acordaos de las pelis del Oeste donde los norteamericanos (colonos ingleses) nos explican como montaron un ejército para exterminar a los pocos indios nómadas que quedaban en su territorio y cómo, al no conseguirlo, exterminaron a los búfalos, de los que se alimentaban, lo que no acabó hasta finales del siglo XIX. Igualito que hicieron los colonos ingleses en Australia que acabaron con sus aborígenes en las mismas fechas, día más, día menos.
La era industrial, cuyas consecuencias todos conocemos y que supuso el desplazamiento de ingentes cantidades de personal del campo a las ciudades, con toda clase de conflictos sociales y con un nuevo cambio radical en la forma de vida.
La informática que ha dejado sin trabajo a millones de personas que hacían trabajos rutinarios de oficina en todo el mundo. Recordemos como ejemplo a los bancos. Por los datos que he podido recopilar solo en el año 2021se perdieron 15.000 puestos de trabajo, en total creo que se han perdido unos 120.000 empleos bancarios en España, lo que ha supuesto para los bancos españoles un ahorro de unos 7.600 millones de euros al año, peseta arriba, peseta abajo. Y otro tanto ha ocurrido con los administrativos de todas las empresas del mundo. Lamento no haber podido encontrar cifras concretas para poderlas ofrecer. Es evidente que, a cambio, se han creado otros miles de empleos en técnicos informáticos, programadores, ingenieros, etc., pero claro, ni tantos, ni para los mismos.
Ahora está naciendo un nuevo reto: la Inteligencia Artificial (IA). Los expertos (que viven de ella), cuando se les pregunta nos quieren tranquilizar diciendo que le IA quitará puestos de trabajo pero generará otros tantos o más aún. Pero lo mismo se decía de la informática. La IA, acoplada a la robótica, creará trabajadores que no cobran más sueldo que la electricidad que gastan, que no se afilian a ningún sindicato, que pueden trabajar día y noche, y no se quejarán, ni pedirán vacaciones. Y nadie se va a apiadar de ellos por malas que sean las condiciones en que trabajen. Se van a crear -se están creando- los mejores esclavos que jamás ha tenido la humanidad.
¿Y esto es malo?
Para los países ricos industrializados y cultos será un cambio, mejor un descalabro, como tantos otros. Se perderán millones de empleos, y se crearán otros, pero menos, y para gente mucho mejor preparada y culta. Aumentará el desempleo entre los que no hayan alcanzado la enseñanza superior. Se crearán conflictos, huelgas. Pero pienso que nada que no tenga solución.
Pero ¿qué ocurrirá en zonas como el
subcontinente indio, que incluye países como India, Pakistán, Bangladés, Nepal,
Bután, Sri Lanka y Maldivas, que tiene una población total de aproximadamente
1.641millones de personas y un índice de crecimiento del 1,38% (el de Europa es
del 0,1% anual). Pues que han llegado tarde al desarrollo. Suponíamos que
copiarían el modelo chino de fabricar los productos occidentales a menor
precio, con salarios bajos y sin pagar patentes. China, por este procedimiento
ha alcanzado ya hoy el PIB de los Estados Unidos y, previsiblemente, lo
superará en breve. Pero ahora la IA y la robótica, desarrollada sobre todo por
China, no necesitará trabajadores humanos baratos.
¿Y qué me dicen ustedes de la bomba africana? Con 1.498 millones de personas y un índice de crecimiento del 2,55%. Con lo que en 10 años serán 1.932 millones. Con estados “artificiales”, puesto que fueron creados en el reparto que hicieron de África los europeos en la conferencia de Berlín en 1884-5, donde las potencias como el Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica, España, Italia y Portugal, se repartieron el continente sin tener en cuenta las fronteras étnicas y culturales existentes. Con regla y compás. Así que hoy cada “estado” tiene diversas etnias y cada etnia está repartida en diferentes estados, con lo que eso del sentimiento patrio no existe. Y lo único que está bien repartido es la miseria, el hambre y la guerra. Lo que si tienen son teléfonos móviles donde pueden ver lo bien que vivimos los europeos, así que ha comenzado la emigración masiva. Tolerada a regañadientes por Europa porque aún son necesarios los “esclavos humanos” para los trabajos que no quieren los europeos. Pero ¿qué pasará cuando no los necesitemos?
Así que, resumiendo: el Subcontinente
Indio y África han llegado tarde al desarrollo. ¿Cuáles pueden ser las
consecuencias?
Nuestros nietos harían bien en no echar en saco roto este asunto.
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