18 de abril de 2023

La INTELIGENCIA ARTIFICIAL comienza a ser inteligencia

Alegoría de la I.A.
Alegoría de la I.A. Imagen obtenida desde el programa de IA: Estable Diffusion.

    Hasta hace muy poco tiempo yo afirmaba a quien me quisiera oír que la Inteligencia Artificial (IA) no era más que un nombre tan fantástico como falso, basado en un sueño, no en una realidad. Hubiera explicado que los ordenadores son unas máquinas electrónicas capaces de utilizar prestada la inteligencia de su programador, nada más... y nada menos. Os hubiera dicho, además, que la informática es una rama de la ciencia y la tecnología que, como sus progenitores, tiene la virtud de acumular el conocimiento. Por explicarlo de forma simplista: ese coche que duerme en vuestra cochera acumula en su fabricación, desde las leyes de la cinemática de Galileo, pasando por la dinámica de Newton y la relatividad de Einstein a la mecánica cuántica más reciente. Pese a lo cual, hoy los fabricamos como churros. Lo mismo ocurre con la informática y sus ordenadores, teléfonos móviles, etc. Cada nuevo programa se fabrica acumulando conocimientos adquiridos en los anteriores, como se usan los ladrillos, las vigas o las ventanas, para construir una casa.

   

        * ¿Cuándo nace la I.A.? 

   Fue en la década de 1950 cuando un ordenador logró vencer a los humanos jugando a las damas (el "Defense Calculator" que ocupaba una habitación entera) lo que hizo saltar la fantasía de que en unas décadas los ordenadores superarían al cerebro humano. Pero... ¡menos lobos! 

   Pasaron las décadas y los investigadores comprendieron que la mayor velocidad de cómputo y las grandes cantidades de datos manejadas no bastaban para el empeño. Y vino la desilusión y casi el abandono de la fábula de la I.A. No obstante, 46 años más tarde, IBM fabricó un supercomputador llamado "DeepBlue", solo para jugar al ajedrez, y venció al campeón mundial Kasparov en 1996. El aparatito contaba con 32 procesadores de 120 MHz cada uno y utilizaba la fuerza bruta calculando 200 millones de jugadas por segundo, elegía las mejores y ganaba. Pese al triunfo y el asombro de la gente, para los investigadores, con él quedó demostrado definitivamente que por este camino jamás se llegaría a la meta.

   

        * Aprendizaje profundo y propiedades emergentes.

   Hubieron de pasar algunos años más y llegar al 2005 para que apareciera un nuevo concepto informático que hiciera renacer las ilusiones. Convencidos que un chip, por muy rápido y maravilloso que fuese, jamás sería capaz de emular ni de lejos al coco humano. Los investigadores intentaron montar estructuras electrónicas simulando las cerebrales. ¿Y cuál es la estructura del cerebro? Pues miles de millones de neuronas conectadas en complejísimas redes de modo que se comunican todas con todas. Naturalmente que emular esto sería pura fantasía, pero sí que se podrían montar redes modestitas con unas cuantas decenas, centenares o miles de chip y ver qué pasa. 

   La nueva técnica llamada "aprendizaje profundo" consiste en montar redes neuronales artificiales que no funcionan como las del cerebro, claro, pero están basadas en principios matemáticos que se le aproximan, aunque remotamente, y que mostraron tener una sorprendente propiedad: son capaces de APRENDER. Pueden aprender a partir de una serie de ejemplos que se les presentan y correcciones que se les hacen cuando erran o aciertan. 

Un perceptrón (5) 

   Curiosamente no existe todavía ningún algoritmo que sea capaz de suministrar a la máquina la propiedad de aprender, así que el proceso es estrictamente experimental, de prueba y error. Se monta la red y se prueba. Si no funciona hay que modificarla, o montar otra. ¡Pura alquimia! 

   Esto es exactamente lo que hacían los alquimistas medievales, no tenían puñetera idea de química, pero lograron fabricar el ácido nítrico, el clorhídrico, el sulfúrico, el fósforo, el sulfato de amonio, el alcohol, la sosa, el agua regia que podía disolver al oro... y toda clase de pócimas que vendían como medicamentos milagrosos. Pues en esto se han convertido nuestros investigadores informáticos más avanzados. De ahí el terror con que estamos contemplando sus manipulaciones.

   El aprendizaje que se está logrando con estas redes neuronales artificiales es pues una típica PROPIEDAD EMERGENTE, surge de la red, sin que nadie sepa muy bien cómo ni porqué, son atributos que surgen del funcionamiento de un sistema complejo y que no se pueden deducir de las propiedades de cada uno de los componentes. Algunos físicos llevan ya tiempo con la mosca detrás de la oreja sobre este tipo de propiedades que abundan en los sistemas biológicos; plantas y animales. Por ejemplo, una colonia de hormigas tiene propiedades emergentes que no tienen las hormigas individualmente. Del comportamiento individual de cada hormiga no se puede adivinar la complejidad de la colonia. La acción colectiva de estas produce un comportamiento global increíble. La conciencia del ser humano es una propiedad emergente de nuestro cerebro, como lo son la inteligencia, la memoria, el lenguaje, la empatía, el miedo, la alegría y tantas otras. Ninguna de estas cualidades puede deducirse del funcionamiento de cualquier neurona aislada. Solo surgen cuando funcionan todas juntas.

   Ya el gran físico y matemático Roger Penrose (1) en 1989 escribió un libro "La nueva mente del emperador" en la que sostiene que estas propiedades tan extrañas no es posible describirlas con ningún algoritmo matemático, al contrario de lo que ocurre con el resto de las propiedades físicas del universo que pueden ser expresadas mediante fórmulas, a veces incluso sencillas. Recordad aquella famosa: e = mc² con la que se explica cualitativa y cuantitativamente que materia y energía son la misma cosa y se pueden convertir la una en la otra. Pienso, modestamente, que, si logra averiguarse de dónde surgen estas propiedades emergentes, y su naturaleza, podríamos estar a las puertas de una nueva y gran revolución científica. La IA podría ser corresponsable del descubrimiento puesto que su desarrollo se basa en este fenómeno emergente y está movilizando miles de millones de dólares en investigación. Lo que jamás ha ocurrido para investigar nuestra materia gris.

   

        * ¿Pero qué hace la IA? ¿A qué tanto revuelo?

   En mi opinión las alarmas han saltado porque por primera vez se han construido sistemas electrónicos capaces de APRENDER. Y esto causa recelo, incluso temor. ¿Cuánto tiempo tardarán en saber más que nosotros? 

   AlphaGo diseñada por DeepMind (de Google), derrotó a Lee Se-dol, el campeón mundial de "Go" (un juego más complejo que el ajedrez) en 2016 en Seúl. Estaba formada por 12 capas de neuronas artificiales con millones de conexiones entre sí. Fue entrenada con miles de jugadas bajadas de internet, durante dos años. Pero AlphaGo Zero, su sucesora, aprendió a jugar sola, solo con las reglas del juego, jugando consigo misma y aprendiendo de sus propios errores. Estuvo lista tras solo unos días y cinco millones de partidas (2).

Autor:Deb's. Obtenida con Dream Wombo, de IA.  

   Wombo, Stable Diffusion, DAL-E, son programas de I.A. que pueden crear imágenes realistas y del estilo pictórico que se les pida, a partir de una descripción de texto. Se les puede decir: "Hazme un retrato al estilo de "Mona Lisa" con la cara de Marilyn Monroe" y lo tendrás en unos segundos. He utilizado algunos de estos programas y estoy convencido que serán una gran herramienta para incrementar notablemente la creatividad de nuestros pintores.

Autor: Denice, programa de IA: DDG Tex2 Dream.
   Watson Assistant, Genesys DX, Rulai, LivePerson, son programas para charlar. Se les llama "chatbot" de I.A. "Comprenden" lo que les preguntas y te contestan usando el aprendizaje automático y el procesamiento del lenguaje para responderte en un lenguaje natural y humano. Alguno de ellos parece que ya ha superado el test de Turing. (3)

   Hay programas de reconocimiento facial, otros para leer, para escribir, para diagnosticar en medicina, para el tratamiento de algunas enfermedades, para la agricultura, la ingeniería... Lo difícil hoy es encontrar un campo donde no esté ya más o menos implicada la IA. Y todo esto ha ocurrido en los últimos 2-3 años. ¿Comprende ahora por qué la gente está asustada?

   

        * ¿Y estos progresos a dónde nos llevan? 

   Es evidente que el progreso científico y tecnológico es tan innegable y rápido que incluso nos aturde y lo que es peor, nos hace dudar de nuestro futuro inmediato. 

   Cuatro mil expertos e intelectuales han firmado una carta abierta pidiendo el cese de la investigación en IA durante al menos 6 meses, (4) para que dé tiempo a legislar sobre los posibles problemas que causará. Lo que, aparte de ser una gran tontada (porque si algunos dejan la investigación otros la continuarán y los primeros perderán la carrera) porque no se puede legislar para regular los problemas que aún no han surgido, por más que sean previsibles. Todo avance implica la aparición de otros problemas, aunque, normalmente, de menor rango. Los coches nos han dado una enorme libertad de movimientos y se han multiplicado por millones, pero producen problemas: contaminación, accidentes, muertes, ¿Pero eso nos ha llevado a pensar en eliminarlos? Solo en mejorarlos, en cambiar sus motores, en legislar para evitar los problemas que se van produciendo. 

   Se me ha ocurrido preguntar a Bing (el motor de búsqueda apoyado en IA, de Microsoft) ¿Qué país del mundo ha legislado para prevenir males futuros que aún no se hayan producido? Y tras unos largos segundos me ha respondido: "No se encontró información específica sobre este tema".

   ¿Avanzamos? Sí. Demasiado, y demasiado deprisa.

    ¿Pero hacia dónde? 

   ¿Y ..., en qué época de la historia, la humanidad ha sabido hacia dónde iba? 


      Manuel Reyes Camacho

NOTAS:

(1) Roger Penrose es un famoso físico y matemático inglés, hoy profesor emérito de Oxford. Premio Nobel de física en 2020 por su trabajo sobre los agujeros negros. Con grandes trabajos en relatividad y cosmología. Trabajó con Stephen Hawking.

(2) AlphaGo Zero: Discovering new knowledge - Bing video 

Documental AlphaGo (subtítulos en español) - Bing video

(3) Turing, en 1950, pensó que una máquina podría considerarse inteligente si tras conversar con ella no podía distinguirse de un ser humano. Es el matemático inglés que logró descifrar el código de la máquina Enigma, con la que los alemanes en la Segunda Guerra Mundial enviaban sus mensajes secretos. Puede decirse que es el que "inventó" la informática. Fue procesado y condenado por el gobierno británico por ser homosexual. Murió envenenado con cianuro de forma poco clara a los 41 años. 

(4) Entre ellos Elon Musk, de Tesla, que ahora ha informado que pretende lanzar una IA propia en breve y que ya desarrolla activamente robots humanoides para realizar tareas básicas. Elon Musk es un ingeniero y empresario americano jefe de SpaceX que está compitiendo con la NASA, cofundador de OpenAI y otras muchas empresas, tiene hoy unos 140 mil millones de dólares.

(5) Un perceptrón es un chip que funciona de forma remotamente parecida a una neurona mediante un algoritmo matemático.