19 de enero de 2025

La coronación de Trump

  

      Llegó el día y Trump será coronado poco menos que como emperador del mundo.

      De momento solo ha prometido apropiarse de Groenlandia, Canadá y el Canal de Panamá. No está mal para empezar. Ni su amigo Putin es tan ambicioso.

      Cuesta creerlo. Uno se siente desconcertado ante la realidad que nos rodea.

      ¿Cómo se puede comprender que un tipo que lanzó a la turba contra el Capitolio para impedir que se proclamara que había perdido las elecciones, es decir; un dictador nato, a la altura de Putin, Maduro, Ortega…, haya sido votado para presidir los EEUU por la friolera de 76,9 millones de personas de los aproximadamente 150 millones de votantes que tiene el país?

      Un tipo, multimillonario, que ha hecho en toda su vida lo le ha salido de sus narices, sin respetar las leyes ni a las personas. Condenado en firme y acusado de decenas de delitos en cuatro causas judiciales. Es decir un delincuente reincidente que no podrá dejar el cargo nunca porque se reactivarían las causas penales y acabaría en la cárcel. Decía Maquiavelo: ”Un príncipe que puede hacer lo que quiere está loco, un pueblo que puede hacer lo que quiere no es sabio”. Pues este señor es al que prefieren los norteamericanos. Trump montará una plutocracia de consecuencias mundiales imprevisibles, pero aterradoras para todo el que no sea millonario.

      Esto me trae a la memoria aquel pasaje de S. Mateo que yo estudié en mi juventud donde Pilato preguntaba a la muchedumbre: ¿A quién queréis que os ponga en libertad a Jesús, a quien llaman el mesías, o a Barrabás? Y la gente gritó: ¡A Barrabás, a Barrabás! Pues seguimos igual.

      Pido disculpas por este dislate, rebote memorístico temporal. Es que uno ya es muy mayor. Solo intento reflejar mi asombro ante lo que ha ocurrido en USA y lo que temo que está ocurriendo en el mundo en general. Me refiero al auge de los conservadores frente a los progresistas. Y no hablo de izquierdas ni derechas porque creo que este concepto ya pasó a la historia. Conservadores son todos aquellos que quieren parar el mundo, que no sigamos cambiando cosas porque esto nos llevará al caos. Y no importa que los conservadores sean cristianos, musulmanes, judíos, budistas o confucionistas, que los hay de todos estos sesgos. Progresistas son los contrarios, los que desean continuar con los cambios.

      ¿Pero porqué este miedo al cambio?

      Posiblemente porque están cambiando tantas cosas y tan deprisa que nos desconciertan.

      Con la revolución industrial, ya a principios del siglo XIX las mujeres comenzaron a incorporarse al mundo del trabajo. Solo en España el porcentaje de mujeres que trabajan es el 47,2 % de la población total, esto es, unos 19 millones de mujeres. En conjunto en el mundo anda sobre el 44,5% de la población. En dos siglos y lo que va de este, casi se ha duplicado el número de trabajadores en el mundo. Concretamente aumentó en 1.780 millones de personas, (estoy utilizando cifras aproximadas). Este profundo cambio social, obviamente, está generando problemas sociales, económicos y domésticos de todo tipo.

      Pero la vida es azarosa, aleatoria y cruel.

      -En esta misma época la industria ha creado máquinas que han multiplicado la fuerza de trabajo de las personas de modo que un solo trabajador puede, hoy, hacer el trabajo de 8, 10 o 20. Sirva como ejemplo lo que hoy logra un solo campesino con su tractor. Y si les faltan datos piensen en los electrodomésticos. Esto ha eliminado a millones de trabajadores.

      -En esta misma época, aunque más recientemente, hemos creado otro monstruo: INTERNET. Esto de las Redes InTercoNectadas es un invento de unos matemáticos que se convirtió en tecnología allá por 1969. En unas décadas (1990) parieron la WWW (la telaraña mundial) que en apenas una década ya contaba con 2.000 millones de usuarios interconectados de forma instantánea sin importar la nación o el continente. Decir que este invento ha cambiado al mundo es simplemente una obviedad. Hoy con un teléfono en el bolsillo podemos conectar con el resto del planeta y acceder a mayor cantidad de información que jamás se había conocido. La biblioteca de Alejandría, hoy, cabe en un pendrive que uno lleva en el bolsillo. Ha cambiado nuestra forma de vida tan rápidamente que, con solo quedarse sin asimilar las innovaciones de dos o tres años, te quedas fuera del mundo, como en otro planeta. Allí donde han quedado la mayor parte de nuestros ancianos, mis compañeros, en Marte. Hoy los ordenadores han dejado sin trabajo a millones de personas que hacían labores rutinarias, como los bancarios, por ejemplo.

      -En esta misma época, aunque aún más recientemente, nos hemos inventado otro monstruo: la Inteligencia Artificial (I.A.), Ahora ya las máquinas que habíamos inventado y construido no necesitan quien las conduzca, controle o vigile, lo hará la I.A. Su campo de acción es tan amplio, asombroso y avanza tan rápidamente que ya no podemos prever lo que va a ocurrir mañana, salvo si lloverá o no. Esto dejará sin trabajo a otro puñado de millones de personas.

      Todas estas metamorfosis contradictorias nos han sumido en un mundo cambiante, incierto, inseguro y, sobre todo, desconcertante. Nadie sabe dónde estamos ni mucho menos a donde vamos. Y esta incertidumbre es, posiblemente la responsable de que el mundo se esté inclinando hacia el conservadurismo. ¡Basta de cambios! ¡Parad ya esta locura! ¡Mantengamos lo que tenemos! Hay una frasecita andaluza que resume muy bien este anhelo actual:

      “¡Virgencita, virgencita, que me quede como estoy!

      Trump es un conservador, es un delincuente,es un dictador, es un individuo de hierro, un tío que sabe lo que quiere, con seguridad. Y es un profeta que ha prometido a los americanos el paraíso terrenal, y lo han creído.

      ¿Ha ganado por esto?

      Sea como sea: ¡¡Que Dios nos coja confesaos!!


Nota: Imagen de Glen Bledsoe (Técnica generativa, por I.A.)

      

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