17 de diciembre de 2019

El fracaso de la cumbre del CLIMA

El cambio climático no interesa a los políticos



No solo no avanzamos, sino que retrocedemos. ¿Qué ocurre? ¿Cómo se explica que con una población cada día más concienciada e implicada en la necesidad de hacer algo por frenar el cambio climático, las cumbres políticas fracasen en su intento?

Pues evidentemente porque a los políticos NO LES INTERESA EL TEMA, o por decir en román paladino: el cambio climático les importa un pito.
Veamos algunas razones:
  • ¿Alguien piensa que a Emmanuel Macron –mi tocayo– se acuerda del clima con una Francia prácticamente paralizada por las huelgas de la ruina económica de las pensiones y el empobrecimiento de las clases medias?
  • ¿Alguien piensa que en nuestra casa, a Pedro Sánchez le quita el sueño el clima? Cuando llevamos años sin gobierno, cuando tiene que hacer pactos con el diablo para poder formar gobierno, cuando no puede dormir con Pablo Iglesias en su cama, con un conflicto catalán que cada día es más conflicto…  ¿Va a estar muy preocupado porque dentro de 20-30 años el clima sea peor que ahora?
  • Y estos son los que lo apoyan, ahora piensen en Trump, un constructor al que no le preocupa otra cosa que el dinero, y el negocio del carbón y del petróleo son de los que se obtienen los más pingües beneficios.
  • Y ahora piensen en China, India y Brasil, gigantes hambrientos que intentan alcanzar un desarrollo económico similar al europeo. ¿Se van a detener porque los humos del carbón ensucian más la atmósfera, según dicen los europeos que son los que la han ensuciado primero?
   Pero aparte de los intereses económicos y los problemas sociales de cada país en particular yo veo en el horizonte dos grandes problemas de tipo mucho más universal que impiden que se pueda llegar a ningún acuerdo: El sistema democrático actual y la “injusticia social”. Intentaré explicarme.

   Hoy, por fortuna, los regímenes democráticos ocupan casi todo el mundo. Incluso los dictatoriales que quedan intentan hacer creer a sus ciudadanos que ellos también son democracias. Y las democracias son los sistemas menos malos que hoy conocemos, tienen grandes ventajas, pero no pocos inconvenientes. Incluyen periodos de gobierno de 4-5 años. Con suerte 8-10. Los partidos y sus líderes se dejan la piel para conseguir esto y ahora vienen los del cambio climático y les preguntan: ¿Pero no os preocupa lo que va a ocurrir dentro de 20-30-50 años? Y ellos se mondan de la risa.

   Los hindúes, chinos, buena parte de hispanoamericanos, y no digamos los africanos, llaman “injusticia social” a que ellos todavía peleen por un pedazo de pan, mientras europeos y norteamericanos vivimos como ellos ven en las películas de Hollywood. Y para lograr eso, para pasar de la burra al Mercedes, hay que consumir enormes cantidades de energía; que es lo que se hizo en Europa a partir del siglo XVII. Hagamos un poco de memoria. Aquí nació esa curiosa forma de pensar que se llama CIENCIA. Y la ciencia conllevó un avance espectacular de la tecnología que transformó las ruecas de las brujas en inmensas fábricas de tejidos, y los caballos en trenes y después en coches y luego en aviones, y después subimos a la Luna, ya por chulería.

   Pero lograr todo este bienestar supuso consumir inmensas cantidades de energía que obtuvimos quemando miles de millones de toneladas de carbón y petróleo extraídos del fondo de la tierra y elevados a la atmósfera en forma de CO2, SO2, SH2 y gran diversidad de óxidos de nitrógeno. Y esto, ahora lo sabemos, está cambiando el clima.

   Hoy, el resto del planeta manda a sus hijos a nuestras universidades para aprender el rollo ese de la ciencia y las ingenierías, y cuando vuelven a su tierra ellos también quieren desarrollarse, como hicimos nosotros. Ellos también quieren subir a la Luna. Pero ahora llegan los ecologistas y les dicen: ¡Ni se os ocurra! ¿No os dais cuenta de que vais a contribuir al cambio climático? Y ellos se mondan de la risa. O se cabrean y nos llaman hipócritas.

   ¿Y entonces, se preguntarán ustedes, cómo se puede detener el cambio climático?

   DE NINGUNA MANERA. NO SE PUEDE DETENER, NI TAN SIQUIERA LOGRAR QUE SE QUEDE COMO ESTÁ.

   Claro que seguiremos celebrando grandes cumbres del clima para hacernos ilusiones. Es la misma razón por la que compramos décimos de la lotería de Navidad, porque esto nos permite soñar en qué vamos a invertir el dinero cuando seamos ricos.

 Manuel Reyes

No hay comentarios: